viernes, 27 de febrero de 2015

REFLEXIÓN LITERARIA

LOS LIBROS COMO EXPERIENCIA VITAL





Los libros son considerados como un dominio de la realidad, donde la ficción; que impera en la literatura, cobra vida y se revitaliza a través de las palabras, la lectura y el tiempo. La literatura habla del ser humano y nada más. Todo lo que hay en ella ha sido creado por el hombre y, a este en su tarea, le ha sido imposible desprenderse de sí mismo y sus sentires, en su búsqueda de identidad y explicación humanas. “Quienes saben leer a un hombre saben leer sus libros”, menciona Henry Miller en el prefacio a su obra Los libros en mi vida. En este, Miller hace referencia a la vitalidad existente en los libros, a su trascendencia a través del tiempo y del espacio y a su intento por comprender y explicar el ser humano. De esta manera, expone la creencia de que se debe leer menos y menos, y no más y más por nuestro propio bien, pues:

Sea conocimiento o sabiduría lo que se busca, conviene dirigirse directamente a la fuente de origen. Y esa fuente no es el catedrático, ni el filósofo, ni el preceptor, el santo o el maestro, sino la vida misma: la experiencia directa de la vida”. (Miller, 1969. p. 5)

Es así como se entiende que, para llevar a cabo una buena lectura o para ser un buen lector, no es necesario amontonar un cúmulo de lecturas que hablen de mil temas diferentes. Pues es posible, mediante la lectura de un solo libro, descubrir y crecer en el encuentro de mil sensaciones que describan la interioridad humana y sus mayores conflictos. La realidad del hombre, que es lo que expone la literatura, no es posible entenderla en las lecturas, sin antes entender al hombre:

“En esta era, en la que se cree que todo tiene su atajo, la gran lección que debemos aprender es que el camino más difícil es a la larga el más fácil. Todo lo que está en los libros, todo lo que parece terriblemente vital e importante, no es sino un ápice de aquello que le ha dado origen y que está dentro del alcance de todos aprovechar. Nuestra teoría de la educación se basa íntegramente en la absurda noción de que debemos aprender a nadar en tierra antes de lanzarnos al agua. Esto se aplica tanto a la adquisición de las artes como a la búsqueda del conocimiento.” (Miller, 1969. p. 6)


Nadar en tierra antes de lanzarnos al agua. ¿Cómo entender al hombre de la ficción sin antes entender al hombre de la realidad? Imposible. Por esta razón, antes de intentar o pretender explicar la experiencia humana y su complicada forma de existir, debemos encontrarnos con nosotros mismos, comprendernos y explicarnos nuestro existir, pues es esto lo que da origen a lo dicho en la literatura, siendo esta, un retrato fiel de la emociones y conflictos humanos. Por esto,  es necesario saber leer la vida y al hombre en su realidad, por medio de la experiencia directa de la vida, para dar paso a la lectura del hombre que se retrata en la literatura. 

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